“Las personas deben mantenerse siempre activas, así podrán canalizar el estrés y la depresión”, según psicoterapeuta.
Los recuerdos malos y las experiencias pasadas son, para algunas
personas, trabas que no les permiten seguir adelante. Para ellas, la
vida se ve de otra manera. Las quejas y los reproches se vuelven
constantes causando malestar en su entorno laboral, profesional y
sentimental. La psicoterapeuta Liliana Tuñoque indica
que las personas que traen siempre al presente los malos recuerdos han
quedado con una fijación en una etapa de sus vidas.
“Pudieron haber vivido experiencias traumáticas que no logran superar”, precisa.
La experta añade que ello depende mucho de las características de
cada personalidad, porque algunos pueden olvidar más rápido que otros.
Las personas con baja autoestima, con trastorno de inseguridad o baja
tolerancia a la frustración, son más propensas a llevar consigo los
malos recuerdos.
“Las personas deben mantenerse siempre activas, así podrán canalizar
el estrés y la depresión. Cuanto más ocupadas estén, no podrán traer
los recuerdos”, precisa.