Los niños de uno a dos años se tocan los genitales a menudo cuando están desnudos, como cuando los bañan o les cambian los pañales. En esta etapa del desarrollo, todavía no han desarrollado el pudor. Este tipo de comportamiento no debe considerarse una actividad sexual propia de los adultos sino una muestra de la curiosidad natural y completamente normal propia de los niños. Por lo tanto, tal y como afirma la Academia Americana de Pediatría (AAP), este tipo de comportamiento no merece reprimendas ni castigos.
Entonces, ¿qué debería hacer cuando su hijo pequeño empieza a tocarse los genitales? Cada familia enfoca este tema de una forma diferente, en función de sus valores, lo cómodos que se sienten tratando este tipo de cuestiones y su estilo. Pero deberá tener en cuenta que la forma en que usted reaccione a la curiosidad de su hijo le indicará al pequeño si esas acciones son "aceptables" o "vergonzosas". Los niños pequeños que reciben reprimendas por este tipo de comportamiento y a quienes les hacen sentirse mal por tener una curiosidad completamente normal pueden obsesionarse con sus partes íntimas o bien avergonzarse de ellas.
Algunos padres prefieren ignorar las conductas de autoexploración de las partes íntimas o reorientar la atención del niño hacia otra cosa. Otros prefieren transmitir a su hijo la idea de que, a pesar de que sea agradable explorarse esas partes, se trata de algo íntimo y que no está bien explorárselas en público.
La mejor manera de educarlos es hablarles directamente, con las palabras correctas, pero sin ser muy específicos.
Será difícil al inicio, pues generalmente a nosotros no nos inculcaron la belleza de la relación humana.
Los humanos tenemos la venraja de estar conscientes de nuestra sexualidad, y eso debe transmitirse oralmente, de boca a boca, de padres a hijos.