Ir al contenido principal

¿Miedo al futuro? Así se vive en la salud mental de los adolescentes el último año escolar

Para miles de estudiantes este año puede ser sinónimo de temor e incertidumbre porque aún no saben qué hacer luego terminar la época escolar. El apoyo de padres es imprescindible.

Los niños sometidos a estrés y con padres ausentes sufren daños en su arquitectura cerebral
La vuelta a clases es un desafío para los padres de familia por los enormes gastos en útiles, sin embargo, los adolescentes también padecen sus consecuencias al vivir su último año escolar. Lo que ocasiona el estrés es el futuro incierto por la falta de un proyecto de vida.

La psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Internacional Liliana Tuñoque afirma que luego de haber finalizado una etapa de 11 años bajo una estructura social y física a la que se acostumbró la niña o el niño lo que viene luego se vuelve un misterio.

“Durante el último año escolar se siente miedo e inseguridad hacia el futuro. Algunos tienen decidido qué carrera seguir, pero no todos”, precisó Tuñoque.

Dentro de los tantos temores que puede tener los niños que finalizan la época escolar está la presión por “ingresar” a una institución de estudios superiores como la Universidad o algo por el estilo. El estrés es el principal trastorno que origina. Sin embargo, no todo es negativo, agregó la experta, porque esta dificultad puede ser una oportunidad para enseñar al menor superar momentos de crisis.

“La vida tiene picos de inseguridad emocional por lo que vendrá. Se teme tomar decisiones equivocadas. Ahí los padres deben acompañar a los menores para darles seguridad emocional, sino el problema puede agravarse”, alertó Tuñoque.

El estrés puede producir otras enfermedadesEn caso el adolescente se encuentre abandonado y se estrese aún más por su futuro, el cuerpo puede empezar a reaccionar y el estrés mental se somatiza, es decir, produce enfermedades físicas en el cuerpo.

Entre los daños principales encontramos la gastritis, los dolores de cabeza, la sobresudoración, entre otros. Para evitar estas situaciones los padres deben dejar de presionar o sobrecargar de responsabilidades a los menores.

“Todo debe ir a su tiempo. Cada menor tiene una forma de tomar decisiones, de acuerdo con su personalidad”, dijo Tuñoque.

Entradas populares de este blog

¿Si tengo Deja vú, estoy teniendo problemas mentales?

“Eso ya lo viví” o “ya estuve aquí antes”, es una de las frases que escuchamos cuando sentimos estar en una situación que ya has vivido, aunque estés en un sitio nuevo y con gente nueva. Esta sensación que quizás te es conocida, es Deja vú. Pero, ante esta sensación muchos se han sentido extraños y hasta han pensado que tienen problemas mentales, ¿será cierto? Ante esta situación, la Dra. Liliana Tuñoque, psicoterapeuta y psicóloga de Clínica Internacional nos explica todo lo relacionado al Deja vú. ¡Atenta y toma nota! El Deja Vu es una condición mental donde se tiene la sensación de que una situación determinada ya lo hemos vivido con anterioridad, aunque en realidad sea una situación totalmente nueva para nosotros. Siga el enlace al artículo completo dando CLICK AQUI

La felicidad es la clave para vivir más

Ser feliz es uno de los principales anhelos del ser humano. Muchos lo vinculan a no tener dificultades económicas o lograr éxito profesional, pero esta capacidad va mucho más allá: es un estado de grata satisfacción espiritual y física durante la vida. Además, sus efectos positivos en nuestra salud física y mental resultan vitales. La psicóloga Liliana Tuñoque explica que la felicidad no solo nos ofrece un bienestar mayor, sino también aumenta nuestra autoestima, además de reducir la ansiedad, el estrés y bajar los niveles de presión arterial. Vive más. Un estudio de la Universidad de California concluye que las personas felices viven 5 años más, dependiendo también de otros factores como la edad, el ejercicio físico y los malos hábitos. “Ser feliz incrementa la esperanza de vida porque se ven mejorados los hábitos saludables como la alimentación adecuada o el ejercicio físico”, comenta Tuñoque. La felicidad está compuesta de pequeñas alegrías durante la vida Menor presió

La terapia psicológica es necesaria para la víctima y el agresor

Los casos de feminicidios junto con los de agresión física y psicológica han incrementado en los últimos años. Al punto que nuestro país se ha convertido en el sétimo en Latinoamérica donde ocurren más delitos contra la mujer. Recordemos que un caso de violencia presenta dos componentes: el agresor y la víctima. Para ambos la terapia psicológica es necesaria; en el caso de los perpetradores, el objetivo es reeducarlos. La psicóloga Liliana Tuñoque explica que las sesiones individuales trabajan con el problema de raíz: la agresividad. “Yo creo que sí pueden cambiar siempre y cuando estén en una terapia psicológica. Básicamente es una terapia individual en la que se trabaja el autocontrol y el afán de violencia”, comenta. La agresión no solo implica la violencia física, sino también los insultos y ataques psicológicos. Su raíz puede tener una carga social, vinculada a conductas aprendidas durante la infancia, además de problemas de personalidad. Si bien la terapia ayuda a contro